Un año... ¿Alguna vez han estado en un lugar donde sienten no pertencer? Yo sí. Justo hace un año, me sentía realmente fuera de lugar, y así fue por algún tiempo... Hasta que los conocí. Es curioso pensar que siempre estuvieron ahí... Siempre habíamos estado ahí, y aunque nos veíamos a diario, no nos veíamos realmente. Fue hasta que los vi con mi corazón, cuando los encontré de verdad. Como una noche en que las nubes se dispersan y van dando paso a las estrellas, así aparecieron. Y cuando me di cuenta, ya no estaba sola. Tenía junto a mí a 5 de las personas más especiales que he conocido en mi vida. Entre chispitas, cumpleaños, burbujas y magia, de pronto me encontré con 5 amigos de verdad. Y todo fue tan inesperado como un milagro. Así como si la vida hubiera decidido de pronto hacernos un regalo. Es cierto que, como siempre, habían días buenos y días malos. Pero la magia de este inusual grupo consistía en estar juntos en ambas situaciones, ya fuera para compartir sonrisas, o para compartir lágrimas. Tal vez nunca fuimos el grupo más unido y, decididamente, nunca el más convencional; sin embargo, siempre supimos que podíamos contar unos con otros...

Pero, como todos los cuentos de hadas, esta historia tuvo un final. Disney miente al decirnos que los finales siempre serán felices. En las historias verdaderas no siempre es así. A veces las cosas simplemente se acaban. Los momentos felices son así. La vida misma está formada por instantes, largos o fugaces, de felicidad. El secreto está en saber disfrutarlos mientras duren.

Todos cometimos muchos errores, pero creo que no me equivoco al decir que también todos aprendimos de ellos. Al final nos rompimos, es cierto, y aunque todo terminó, lo que ustedes dejaron en mi corazoncito es tanto y tan hermoso, que lo único que tengo para ustedes son buenos deseos. Si pudiera volver atrás y tomar un camino distinto, lejos de todo lo vivido, no lo haría. Los elijo a ustedes y los elegiría una y otra vez, pues aunque tuvimos malos momentos, es por ustedes que ahora, en esta nueva etapa, tengo algo qué extrañar, algo que puede ponerme triste algunas veces, pero que fue lo suficientemente bueno como para que al cerrar los ojos y traer a mí cada recuerdo maravilloso, pueda sonreír por llevarlo siempre conmigo y decir: Valió la pena.



"...don't give me choice, 'cause i'll just make the same mistake again..."



Gracias. Muchas gracias por todo lo que me dieron.