¿Qué sería de los cuentos de hadas sin todo aquello que sucede entre estas dos frases? Sin duda alguna, se tornarían bastante aburridos e insustanciales. Más simples, sí, pero sin magia.

Lo mismo pasa con la vida. Desde que comienza con un "Había una vez", pasamos años y años buscando llegar a nuestro "vivieron felices por siempre", olvidando que la magia de todo cuento de hadas, ya sea en la vida real o en un libro, consiste precisamente en todas esas cosas, pequeñitas o gigantescas, que suceden entre estas dos frases.

No se trata de dejar de soñar y de tener metas en la vida, sino de disfrutar el camino a seguir para convertir esos sueños en realidad. Se trata de tomar escudo, capa y espada y pelear contra los dragones que aparecen ante nosotros, enfrentarnos a los hechizos que nos amenazan, combatir cada monstruo, cada bruja malvada, cada fantasma, y luchar por un "felices por siempre", pero teniendo siempre presente que el verdadero cuento de hadas se forma justamente de todas esas batallas constantes y lo que sucede entre ellas, de todos esos momentos -felices y tristes- que escribimos día a día.

Tal vez, el "felices por siempre" existe y está presente en cada instante especial e invaluable que queda escrito en nuestra historia. Tal vez, en esa constante búsqueda por alcanzarlo, no notamos que quizá se encuentra escondido en alguna sonrisa, una puesta de sol, una tarde lluviosa, un abrazo o un beso... Tal vez ese "felices por siempre" que tanto anhelamos, no es cuestión de un momento que al ser alcanzado nunca tendrá fin, sino de un instante tan valioso y especial que jamás será olvidado...



...Tal vez nuestra historia ha estado llena de momentos "felices por siempre" que no hemos sabido ver...